Diferenciarnos de nuestros competidores es uno de los grandes esfuerzos que cada empresa debe intentar realizar para lograr consolidarse, crecer o mantenerse en su mercado. Para ello es esencial la innovación, pensar diferente o salirse de lo convencional, pensar fuera de la caja es la metáfora que se usa normalmente para referirse a estas intenciones de ser creativo y de pensamiento abierto y novedoso.

Pensar fuera de la caja normalmente te lleva a salir de tu “zona de confort”, que es aquel estado de pasiva tranquilidad en el que un individuo vive dentro de una rutina sin sobresaltos, en la que siente que tiene todo controlado, sin sorpresas y sin mayores riesgos, pero también sin cambios positivos y mejoras a su vida o su condición. Mantenerse dentro de la zona de confort no permite el crecimiento personal aunque te brinde seguridad y abrigo y parezca estar bien por un tiempo; si se permanece en ella te llevará al estancamiento.

Para salir de tu zona de confort debes tener el deseo de superarte, desafiarte a ti mismo a buscar nuevas metas, evaluar tu forma de actuar y hacer las cosas en otra dirección, soñar en grande, imaginarte emprendiendo nuevos proyectos, buscar rendir al máximo, obtener nuevos conocimientos y conocer gente nueva que te pueda ayudar a crecer, así lograrás nuevas objetivos que te den más confianza en ti mismo, mejorarás tu desarrollo personal y le abrirás nuevas oportunidades a tu vida.

Una de las herramientas más útiles para salir de tu zona de confort, es pensar fuera de la caja, dentro de las muchas formas de lograr esto, antes de que una crisis o una caída en tus ventas te obliguen, la más conocida es la lluvia de ideas dentro de una reunión de gerentes, preferiblemente en una sesión fuera de la rutina diaria y hasta en una ubicación diferente de la empresa.

Para pensar fuera de la caja debes enfocar tu problema o tu reto desde distintos ángulos, ponerte en los zapatos de tu competencia, buscar que han hecho otros de manera creativa en mercados distintos, viajar a visitar ferias, proveedores nuevos y culturas diferentes, siempre con la mente bien abierta y forzando tu pensamiento creativo. Contacta gente nueva de distintos mercados, profesiones, culturas, religiones, edades; que te permitan escuchar distintos puntos de vista, tu Coach puede ser un gran apoyo en este sentido. Ejercita tu escucha, aprenderás más escuchando que hablando.

Pensar fuera de la caja nos permite ser más flexibles, romper paradigmas, rediseñarnos y reinventarnos. Si este pensamiento lo orientas hacia como ser más productivo, cómo mejorar la imagen de tu empresa, cómo estrechar relaciones con tus clientes actuales, cómo bajar el costo de tu producto sin bajar la calidad del mismo, cómo tener nuevos formatos de tus productos que puedas vender a los mismos clientes, qué productos nuevos incorporar, cómo aumentar tu participación de mercado, etc., siempre estarás logrando una diferenciación positiva que te pondrá delante de tus competidores en cualquier negocio en el que estés, en la vida o en tu propio desarrollo personal, recuerda que tu producto principal eres tu mismo.

Los grandes inventores y los grandes líderes de la historia de la humanidad siempre han sido personas que pensaron fuera de la caja.

Atrévete a salir de tu zona de confort y a pensar fuera de la caja.