El primer paso para establecer una meta es decidir qué es lo que realmente se quiere y ponerlo por escrito, se debe saber claramente por qué se quiere ese objetivo y poder imaginarse lo que se verá, se oirá y se sentirá cuando el mismo se alcance.
Sin un propósito poderoso y una clara visión del resultado final que tenemos en mente alcanzar una meta no es otra cosa que un simple sueño. Debe haber un gran compromiso emocional y un absoluto convencimiento de lo que se quiere para tener alta probabilidad de lograrlo.
Una meta debe ser clara, específica, medible (en tiempo y avance) y realista, pero ante todo debe ser congruente con los valores de la persona ya que un conflicto entre los valores y lo que se persigue disminuirá sustancialmente la posibilidad de éxito.
Por distintas razones nos cuesta sentarnos a planear lo que queremos para nuestras vidas, algunas de ellas son:
1.Miedo a fallar: Preferimos quedarnos como estamos antes de asumir riesgos y fracasar.
2.Miedo a triunfar: No nos sentimos en capacidad de manejar el nuevo estatus que nos dará el éxito.
3.Baja de autoestima: Creemos que no somos merecedores de los beneficios que nos traerá establecer metas importantes.
4.Conformismo: Nos encontramos en una “zona de confort” de la que es difícil moverse.
5.Falta de motivación: La visión de lo que se quiere lograr no nos mueve suficiente para empezar a hacer algo al respecto.
6.Falta de conocimiento: No conocemos técnicas, ni estrategias, ni gente que nos pueda guiar sobre cómo establecer metas y la ruta para alcanzarlas.
El planeamiento estratégico personal se puede aplicar muy similarmente al planeamiento estratégico empresarial y el conocimiento profundo de nuestra realidad es siempre un punto de partida fundamental por lo que los conceptos de evaluación de nuestras fortalezas, nuestras debilidades, las oportunidades que nos ofrece el entorno y las amenazas o riesgos que enfrentaremos son parte de un análisis previo a la definición de las metas que obligatoriamente tenemos que escribir y valorar, para que a partir de nuestra bien entendida realidad podamos proceder a concretar nuestras metas con una mayor probabilidad de éxito.
PASOS EN LA DIRECCION CORRECTA
1.Escriba o dibuje lo que desea y léalo frecuentemente: Se ha demostrado que la visualización constante de los objetivos escritos o dibujados crea un compromiso mayor y genera un porcentaje superior de éxito.
2.Descomponga la meta en partes: Dar pequeños pasos, alcanzando pequeños objetivos cada día le acercará más fácilmente al objetivo final.
3.Propóngase metas consistentes con su realidad: No se proponga imposibles, si es necesario deberá alcanzar primero otras metas que están a su alcance real antes de su objetivo final.
4.Elimine los pensamientos negativos: Reemplace los sentimientos negativos y las dudas con energía motivadora. Mantenga en su mente siempre presente su objetivo final, especialmente cuando las cosas se pongan difíciles. Automotivese imaginando las emociones positivas que tendrá al alcanzar su meta.
5.Tenga certeza de su capacidad de logro: Debe estar totalmente convencido de que logrará triunfar, su subconsciente debe creer firmemente que usted es capaz de lograr su sueño y debe alinearse con usted en esa dirección.
6.Sea agradecido: Cuanto más agradecido esté usted por lo que tiene hoy más posibilidades tendrá de alcanzar lo que desea. La gratitud crea la capacidad de generar más en su vida.
7.Tenga claros los beneficios: Saber por qué se desea algo y conocer los beneficios de alcanzarlo le aumentarán la intensidad y el compromiso de obtenerlo.
8.Prepare un plan: Una vez que usted ha decidido lo que quiere, escriba un plan que tenga acciones consistentes para alcanzar su objetivo.
9.Siga el plan: Es esencial que cada una de las acciones o actividades definidas en el plan se ejecuten para que su objetivo se acerque. Además de las actividades planeadas confíe en su sentido común para dirigirse en la dirección correcta.
10.Permítase medir: Es muy importante encontrar alguien con quien pueda evaluar su progreso, alguien que lo apoye, le inyecte coraje y gentilmente lo rete. Un coach personal es siempre recomendado.
Decía Covey que empezar a perseguir un objetivo con una clara visión del destino final significa que se sabe adónde se va, por lo que los pasos que se den serán siempre en la dirección correcta.
La habilidad para definirse metas y la motivación para hacer lo que sea necesario para alcanzarlas son la marca de una persona realmente triunfadora. El mejor momento para empezar es hoy.