La caja de herramientas de mi papá
contenía de todo lo que él ocupaba para hacer cualquier tipo de arreglo en la
casa antes de tener que llamar a un especialista, era la época en que nos
enseñaban desde niños habilidades básicas de carpintería, mecánica, pintura y
electricidad entre otras cosas. En ella todo estaba ordenado en el lugar que le
correspondía, además tenía una bandeja superior donde se encontraban las
herramientas de mayor uso de mi papá, para que estuvieran de primeras al
alcance cada vez que se ocupaban, había otros compartimientos más pequeños para
cosas como tornillos, clavos, brocas, tuercas y arandelas. La caja era lo
suficientemente grande para contener lo que mi papá normalmente podía ocupar
pero al mismo tiempo no tanto para que no se pudiera transportar con facilidad.
En ella
estaban las herramientas, que no son otra cosa que objetos elaborados con la
finalidad de poder llevar a cabo cualquier tarea mecánica que requiere fuerza
física. Con el tiempo las herramientas han ido evolucionando y hoy tenemos
también herramientas digitales en cajas que llamamos computadoras, igualmente
ordenadas en archivos y cada vez más portátiles. Ellas igual que las anteriores
sirven para llevar a cabo cualquier actividad que tengamos que realizar.
Otras
herramientas a las que los padres han acudido para hacer más prometedor el
futuro de sus hijos son: hablar varios idiomas, viajar por el mundo, conocer
distintos software, pagar educación
privada para que su network sea el mejor
posible. Estas han sustituido al taladro, el martillo y el alicate y se han
convertido en las más importantes inversiones que hacen los padres para lograr
mayor competitividad en sus hijos.
Sin
embargo, hoy los padres están más preocupados por otro tipo de herramientas que
les permitan a los hijos sobrevivir en el complejo y competitivo mundo social -
digital en que se desarrollan y tratar de protegerlos de múltiples peligros que
abundan en las redes sociales, como el ciberbullying,
el grooming o el sexting entre otros.
En esta
época los padres deben enseñar a sus hijos el uso de herramientas de
comportamiento social que les permitan socializar sin caer en los graves
riesgos a que están expuestos a diario, que les permitan encajar en el grupo
sin dejar de ser ellos mismos y sin perder la fuerza de voluntad para decir NO a todos los peligros que les ofrecen
sus propios “amigos”. La caja de herramientas de nuestros hijos debe estar
llena de herramientas de inteligencia emocional, de convicción de que hay que
saber separarse de lo y los que los ponen en riesgo y también de un pensamiento
crítico y reflexivo sobre las consecuencias de cada una de las decisiones que
tomen. Poder enfrentarse a la presión social de otros adolescentes por hacer o
consumir sustancias que no se deben probar es el mayor acto de valentía que un
joven puede realizar, sobre todo cuando en todas partes hay publicidad o publicity de que las cosas malas ya no
son malas y además están “in”, por lo
que probablemente sus padres son sólo seres obsoletos que se perdieron lo bueno
de la vida.
Padres
ahora deben no sólo enseñar a sus hijos a usar las herramientas mecánicas y las
digitales, sino que también hay que ayudarles a desarrollar sus talentos y a
generar competencias que les permitan salir adelante en su vida, pero ante todo
deben ayudarles crear su caja de herramientas sociales, para que puedan evitar
caer en la trampa del matonismo, el licor, las drogas, los videos sexuales, las
violaciones, las ballenas azules y hasta el suicidio.
Padres su
trabajo es ahora mayor que nunca, no lo dejen en manos de los centros
educativos, los padres son los llamados a educar, los centros educativos a
instruir. La mejor herramienta sigue siendo el buen ejemplo de los padres, los
hijos harán y dirán lo que vean más que lo que se les diga.
Cómo está la caja de herramientas de
sus hijos?